Relatos en cadena (y así, tontamente, acabe pegándome un tiro)
-Y así, tontamente, acabe pegándome un tiro.
Justo entonces levanto la cabeza del portátil y veo a mi
hijo frente a mí, esperando alguna reacción por mi parte. No sé cómo decirle
que no sé de qué está hablando, que toda mi atención estaba volcada en aquella absurda
hoja de cálculo.
Nos miramos sin pestañear. Abro la boca, pero no consigo
construir ninguna frase coherente.
Y entonces él rompe a reír y yo a llorar, como dos
auténticos locos. Y yo quiero abrazarle, pero él ya tiene catorce años y conoce
todos los caminos para esquivar mis muestras de cariño.
Un bello relato con final tierno pero agridulce. Me gustan tus últimas entradas; ya veo que Irene es toda una melómana y, por supuesto, gracias por tu felicitación musical. La vi en su momento, pero iba con prisa y no pude dejarte un comentario. Ánimo con el piano y con todos tus proyectos en 2014. Besos para todos
ResponderEliminarMuchas gracias Armando, y lo mismo digo. Feliz 2014 y muchos éxitos.
Eliminarentro por primera vez a tu blog, me ha resultado interesante.
ResponderEliminarvolveré pronto.
saludos
Bienvenida Karin. Veo que eres amante del haiku y que tenemos blogs afines. Te iré leyendo.
EliminarBuenas noches Paula, aquí leyendo el último micro antes en enviarme al país de los sueños. La tecnología que nos absorbe tanto que a veces las muestras de cariño llegan tarde. Saludos.
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