Un beso a China (II)

Conozco a una familia que lleva una semana en las nubes, y es que no es para menos.
Hace casi dos años os hablaba de la larguísima espera de unos amigos que estaban en trámites de adopción de un bebé en China.
Han sido en total más de cinco años desde que comenzaron los trámites, pero estoy convencida de que ahora, con la foto de su hijo entre las manos, todo este tiempo les parecerá un suspiro.
J. y Y. son al fin padres de un niño precioso (pero guapo de verdad) que en breve cumplirá dos añitos; y me imagino que las ganas de correr a China y abrazarlo van a hacer que estas próximas semanas sean para ellos largas y cargadas de nervios. Por fin la espera ha terminado, y ahora comienza para ellos la estupenda aventura de ser padres, con todas las emociones y momentos que conlleva.
Por eso hoy,
  ♥Porque estoy convencida de que desde que soy madre mi percepción de la realidad ha cambiado, que me importan mucho más las pequeñas cosas, los momentos en familia.
  ♥Porque creo que la m/paternidad te da la oportunidad de compartir sin límites, te alimenta las ganas de darte sin esperar a cambio poco más que una sonrisa (que al mismo tiempo es tantísimo)
  ♥Porque creo que ser padre es una experiencia insustituible...

 hoy quiero hacerles llegar mi más sincera

ENHORABUENA.

Estamos deseando conocer a ese bombón en persona. Y ya sabéis, la próxima vez que nos juntemos, ya tenemos un nuevo "tenor" en el coro.

Cierro de nuevo con la leyenda del hilo rojo, que me parece preciosa. Ya queda poquito para que unáis los dos extremos del vuestro.

Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romper.