Pensamientos desordenados
Las que ganan nunca abandonan, las que abandonan nunca ganan Ése es uno de los rótulos que hay colgados en la pared del gimnasio al que voy (cuando puedo, todo hay que decirlo) Es un gimnasio para mujeres, del ahí que el mensaje esté escrito en género femenino. Pero la frase es completamente válida para todo el mundo y para todos los escollos de la vida. En unos tiempos en los que tengo la sensación de que mi barco hace aguas por muchos frentes, de que no llego a nada y que todo se me queda a medias, necesito acuñarme esta frase como máxima personal, y seguir luchando día a día por mantenerme a flote. Cuando estoy en el trabajo tengo la sensación de que debo dedicarle más esfuerzo. Cuando llego a casa me siento culpable por el poco tiempo que paso con los míos. Los amigos se han convertido en artículo de lujo a los que apenas les dedico momentos testimoniales. Tengo un buen puñado de proyectos a medias que no sé ni en qué momento hincarles el diente. Y eso por no hablar ...