Lactancia materna, por supuesto, pero sin fanatismos

Quienes me conocen de otros foros saben que defiendo la lactancia materna siempre que puedo. Como alimento no tiene competencia, es sin ningún género de dudas la mejor opción, se adapta a las necesidades específicas del lactante, cambia su composición "a la carta" dependiendo de la succión que éste realiza, fortalece el sistema inmunológico del bebé...
Los beneficios para la madre también están suficientemente contrastados, ayuda a recuperarse en el post parto, tanto física como psíquicamente, e incluso existen estudios que relacionan la lactancia con una menor incidencia de cáncer de mama y ovario o de osteoporosis.
La Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida del bebé, y mantenerla combinada con otros alimentos hasta al menos los dos años de edad.
Siempre he dicho (y lo mantengo) que a nivel personal la lactancia ha sido una de las experiencias más bonitas que he vivido en toda mi vida. La oportunidad de alimentar a tu hijo con tu propio cuerpo es algo que merece la pena vivir y sentir.
 Es cierto que no todo es un camino de rosas, y que la lactancia exige estar disponible, pero también es cierto que puede ser muy cómoda en muchos sentidos, porque te permite salir de casa prácticamente "con lo puesto", sin necesidad de preveer con antelación cuanto tiempo vas a estar fuera, ni cuantas tomas va a necesitar tu bebé.
Creo que la formación y la información en temas de lactancia materna es necesaria en todos los niveles, tanto a nivel particular, madre a madre, como a nivel incluso sanitario, donde te encuentras a veces con consejos contradictorios y con mucha falta de confianza en la capacidad natural de las madres para amamantar que habrá que ir limando poco a poco.
Es evidente que en los últimos cincuenta años se ha perdido por completo la cultura del amamantamiento y para recuperarla habrá que trabajar todavía un poco más.
En la época de nuestros abuelos era habitual ver mujeres dando el pecho. Siempre había alguien criando, y además las mujeres no se andaban escondiendo, con lo cual cuando una mujer tenía un hijo sabía casi de manera intuitiva lo que tenía que hacer y cómo lo tenía que hacer. La lactancia materna es una conducta aprendida, que se transmite por imitación. Al fallar los modelos la conducta se pierde.
En ese sentido los grupos de apoyo a la lactancia (grupos de madres que se informan, aconsejan y apoyan mutuamente) ayudados por la cercanía que nos permite Internet, están haciendo muy bien los deberes.

Sin embargo, como digo en el título del post, hay posturas que pueden resultar tan radicales que hacen que todo rechine, y que ponen en peligro incluso el trabajo de mucha gente en la labor de concienciación y apoyo de la lactancia.
Me parece absurdo, por ejemplo, que alguien cuestione el apego que una madre puede tener con su hijo en función de la alimentación que elija. El apego, el famoso vínculo es algo mucho más complejo y en el que intervienen muchísimos más factores que la alimentación.
No me gustan las posturas radicales (de una minoría, lo sé, pero que nos meten a los demás en el mismo saco) los mensajes lanzados con aires de suficiencia que afirman sin más, que todas las mujeres pueden dar el pecho, lanzando una puya de culpa hacia aquellas que, por los motivos que sea no han podido.
Conozco a muy pocas madres que no hayan intentado dar el pecho al nacer sus hijos. El éxito, como en todo en la vida, depende de muchos factores. Hay una parte de técnica, y hay mucho de confianza. En un momento (el postparto) en el que las mujeres estamos especialmente vulnerables, el apoyo del entorno es fundamental. Y sobre todo es fundamental también sentirse bien con lo que se está haciendo.
Cada niño es diferente, cada madre también y cada cual conoce sus circunstancias que no tiene por qué andar explicandole a nadie. Somos adultos y tomamos decisiones de adultos. Por suerte tenemos al alcance de la mano soluciones para que los niños crezcan sanos si la teta falla. Y nadie tiene derecho a cuestionar a nadie, que bastantes presiones tenemos ya como para andar complicandonos más la vida innecesariamente.

En resumen (post largo hoy), lactancia materna siempre que se pueda. Pero si no se puede, tampoco hay que rasgarse las vestiduras. Que ser madre es muchísimo más y dura toda la vida.


Comentarios

  1. Amen, no se puede decir mas.
    Un supersaludo

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  2. Siempre me han fastidiado los extremos, déjemos a la gente vivir sin agobios. Se puede recomendar pero sin exigir

    un abrazo Ana

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  3. Estoy de acuerdo contigo, Paula. Mi experiencia personal fue dar el pecho hasta que me incorporé al trabajo, pero luego tenía mucho estrés y no pudo ser (por causas físicas, no porque lo escogiera) seguir con la lactancia. Yo hice lo que pude y estoy de acuerdo en que no hay que poner en duda el amor de una madre si no puede o escoge otro camino.

    Un beso ;-)

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  4. Estoy totalmente a favor de la lactancia materna, de hacer todo lo posible para llevarla a buen puerto, pero en determinados casos vale más un biberón con amor, que la teta a la fuerza. Que cada mujer escoja siempre que lo haga con una sonrisa para su niño.

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  5. Estoy en desacuerdo contigo, no en la idea, si no en la forma de llevarla a cabo. La lactancia es un método de alimentación de dos cuyo beneficio primario es para el bebé y siempre y cuando no se le prive a este de una alimentación adecuada, se debe buscar también el beneficio materno. Utilizar los sentimientos para defender cientificamente un método de alimentación, roza la demagogia; parece que haces apología de la lactancia materna como beneficio para la madre: que si es cómodo porque no tienes que llevar nada, que si estás más tiempo con tu hijo... Deberías hacer la defensa de tan buen método alimenticio, desde otra perspectiva.

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  6. Anónimo, en el primer párrafo resumo (porque son realmente muchos) los beneficios de la lactancia para el bebé. Estoy de acuerdo contigo en que eso debe ser lo principal, y por eso lo he colocado en primer lugar.
    -Alimento óptimo
    -Adaptabilidad a las necesidades específicas del bebé
    -Ayuda al desarrollo del sistema inmunológico

    Un saludo y gracias a todos por vuestros comentarios

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  7. Sabias palabras, Paula.
    Tú misma lo dices: "nadie tiene derecho a cuestionar a nadie" y añado... especialmente cuando se trata de una decisión tan personal (e intransferible ;-) ).

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  8. Efectivamente Matapollos, sobre todo lo de intransferible jejeje.
    Podemos apoyarnos, opinar, informar, pero al final cada cual hace lo que estima más oportuno, y parto de la base de que todos actuamos con la mejor de las intenciones.

    Un abrazo.

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