AMINATU HAIDAR, protagonista de un sinsentido del que todos somos corresponsables.
No he querido hablar antes de este tema, porque consideraba que no tenía suficiente información como para formarme una opinión, pero los días pasan, y lo creáis o no, mi angustia también aumenta al contemplar nuestra incapacidad para solucionar este conflicto.
De hecho, ésta ha sido siempre nuestra vergüenza, nuestro pecado por omisión (o por dejadez más bien, diría yo). Durante 34 largos años se puede decir que lo único que hemos hecho en este país con respecto a la causa saharaui es dejar pasar el tiempo, y esperar a ver si el tema se soluciona solo.
No conozco a nadie que me haya podido justificar todavía, por qué el mundo mira hacia otro lado ante las constantes violaciones a los Derechos Humanos por parte de un país (Marruecos), que invadió el Sahara Occidental hace 34 años, y desde entonces tiene al pueblo saharaui acorralado, humillado incluso, sin permitirle ejercer su derecho a la autodeterminación, sin permitir siquiera que se celebre un referéndum con garantías para poder decidir sobre su futuro.
Pero mucho más incomprensible me resulta la actitud de países como España o Francia, jugando a no se sabe bien qué, bailándole el agua al invasor y abandonando a su suerte al pueblo saharaui, que espera y desespera mientras el tiempo se escapa.
Quiero que conste que, en condiciones normales, no apoyaría una huelga de hambre como medida de presión. No me parece ni justo ni sensato jugar con la sensibilidad de las personas para llamar la atención sobre una causa política. Si finalmente el desenlace -Dios, Alá o quien sea no lo quiera- no fuese bueno, las consecuencias pueden llegar a ser tremendas, y dudo mucho que el rey de Marruecos, con toda la rotundidad o terquedad de la que está haciendo gala, esté realmente mentalizado de hasta donde pueden llegar las cosas.
Pero aquí estamos hablando de otra cosa. No es que Aminatu haya elegido este momento, o esta tesitura para reivindicar unos derechos, o para empujar una acción. No, aquí estamos hablando de un abuso de poder, de una persecución política, de represión. Es Marruecos quien, en una alarde de arrogancia, niega a una mujer la entrada a su país, el regreso a su casa, con su gente, y la convierte en una apátrida al secuestrarle el pasaporte y deportarla a Lanzarote.
Estamos hablando incluso de chantaje, si tenemos en cuenta la amenaza del monarca alauita de dejar de colaborar en materia de terrorismo o en el control de la emigración ilegal si se siente excesivamente presionado por España. Sencillamente deplorable la actitud marroquí. Ellos mismos se definen, poco más hay que añadir ante esa declaración de intenciones.
En fin, siento que el post de hoy me haya salido tan reinvindicativo, y tan visceral, pero como he dicho al principio, este es un tema que me angustia, y cada día llego a casa esperando encontrar una buena noticia al respecto, una solución para Aminatu y para todos los saharauis que se esconden detrás de ese rostro. Hoy tampoco, y los días siguen pasando.
Por favor, vamos a dejar de perder el tiempo. Vamos a OCUPARNOS para no tener que PREOCUPARNOS.
Paula a veces las palabras como estas tuyas, son muy valiosas. No acababa de tener claro este tema y al leerte lo he comprendido bien. Y si tan solo tenemos a nuestro alcance, eso, nuestras ideas escritas, vamos a utilizarlas.
ResponderEliminarEl rostro de esta mujer habla sin palabras, su lucha no puede ser en vano. Tenemos que gritar con ella.
Ojala quede un poder sensato que nos escuche. Gracias por tu información. Besos. Pepi.
No es que no te haya leido, es que hay cosas sobre las que no se que decir.
ResponderEliminarUn supersaludo
Finalmente, Animatu ha podido llegar a casa y reunirse con los suyos. No tengo muy claro por qué han tenido que pasar 32 días para conseguirlo, pero lo importante es que ella está bien, y que esta pequeña victoria es un estímulo en su otra gran lucha.
ResponderEliminarMuchas gracias Pepi por tus palabras. La causa saharaui es un tema del que apenas se habla, y sólo de vez en cuando sale en los telediarios, sin demasiadas explicaciones tampoco. En mi opinión es penoso, que ni Naciones Unidas haya sido capaz de encontrar una solución en todos estos años.
Superwoman, ya sé que te pasas por aquí de vez en cuando, y lo considero un privilegio, muchas gracias.