Érase una vez el color amarillo
Érase una vez el color amarillo
─Mamá ¿cuál es este color?
─ Este color es el amarillo. Mira, los pollitos son amarillos, los girasoles también y los limones…
─¿Y los periódicos?
─Sí hija, también los periódicos suelen ser amarillos con demasiada frecuencia.
Lo siento si alguien se me ofende, pero es que estoy hasta las narices de la prensa de este país. Creo que ya nadie se salva, aquí nadie contrasta nada, no importa el daño que puedas hacer. Ya no existe el derecho a la imagen, ni al honor, ni la prudencia ni la decencia. Esto es una competición a ver quién saca el titular más agresivo, o quien hace más demagogia.
Un auténtico asco…
Y no sigo, que sé que al final diré algo de lo que me pueda arrepentir.
Como consumidores de información, alguien debería velar por nosotros, porque se publiquen informaciones veraces, porque no se nos manipule, ni se nos vendan medias verdades, o mentiras completas de manera impune.
Como consumidores de información, deberíamos exigir que no se nos tome más por tontos. Yo sé que llenar páginas a diario, o minutos de radio y televisión es difícil. Pero para escuchar sandeces, ya tenemos a los parásitos del corazón.
Seamos serios. Por favor.
Y perdonad si no soy más explícita. Creo que quien me conozca bien puede adivinar a qué me estoy refiriendo. Pero no quiero dar más detalles para no echar más leña al fuego. Que ya bastante arde con los dimes y diretes de los unos y los otros.
─Mamá ¿cuál es este color?
─ Este color es el amarillo. Mira, los pollitos son amarillos, los girasoles también y los limones…
─¿Y los periódicos?
─Sí hija, también los periódicos suelen ser amarillos con demasiada frecuencia.
Lo siento si alguien se me ofende, pero es que estoy hasta las narices de la prensa de este país. Creo que ya nadie se salva, aquí nadie contrasta nada, no importa el daño que puedas hacer. Ya no existe el derecho a la imagen, ni al honor, ni la prudencia ni la decencia. Esto es una competición a ver quién saca el titular más agresivo, o quien hace más demagogia.
Un auténtico asco…
Y no sigo, que sé que al final diré algo de lo que me pueda arrepentir.
Como consumidores de información, alguien debería velar por nosotros, porque se publiquen informaciones veraces, porque no se nos manipule, ni se nos vendan medias verdades, o mentiras completas de manera impune.
Como consumidores de información, deberíamos exigir que no se nos tome más por tontos. Yo sé que llenar páginas a diario, o minutos de radio y televisión es difícil. Pero para escuchar sandeces, ya tenemos a los parásitos del corazón.
Seamos serios. Por favor.
Y perdonad si no soy más explícita. Creo que quien me conozca bien puede adivinar a qué me estoy refiriendo. Pero no quiero dar más detalles para no echar más leña al fuego. Que ya bastante arde con los dimes y diretes de los unos y los otros.
El amarillo siempre me ha parecido un color antipatico (con perdón de los que les guste)y si encima se trata del amarillismo al que te refieres todavía más. No sé muy bien el motivo al que te refieres, pero no te enfades que no merece la pena. Mirale la cara a tu hijita, mantenla a salvo de esas personas y sus palabras necias. Un besito. Pepi.
ResponderEliminarHombre, creo que nosotros mismos somos responsables de ejercer una sana dosis de escepticismo con lo que leemos, Paula. Y lo mismo creo en torno al consumo en general. Los españoles no somos tontos, pero somos muy malos consumidores.
ResponderEliminarEn fin, tema para mucho rato, pero como no tengo tiempo, lo dejo aquí. Feliz finde.
Un supersaludo
Pepi, Superwoman, el post era un desahogo en un día que ya no podía más. Imaginaos que os levantais cada día para ir a trabajar, unos días con mejor humor, otros con peor humor. Con tus días gratificantes y con tus días más difíciles. Hasta ahí lo normal.
ResponderEliminarBien, pues imaginaos ahora que de repente, la empresa para la que trabajais se "pone de moda" y todo el mundo habla sobre ella (para mal, obviamente). Aparecen en la prensa documentos internos de trabajo, datos que deberían ser confidenciales. Se tergiversa la información a veces, otras veces directamente se inventan mentiras.
Día tras día comenzamos a aparecer en los medios de comunicación nacionales, se buscan siempre las palabras más dañinas y eso redunda muy negativamente en tu trabajo. No sólo por las explicaciones que tienes que dar a todas horas, sino porque pone tu futuro en el aire, sin ningún pudor.
Y así mes tras mes durante más de año y medio.
En fin, que teneis razón, y hay que intentar abstraerse y seguir luchando contra todos los elementos, pero comprendereis que hay días, que directamente no pueda más.
Un abrazo a las dos.
No te preocupes, el tiempo pone todas las cosas en su sitio.
ResponderEliminarUn supersaludo