EL CHICO DE AYER
EL CHICO DE AYER
Si me permitís el juego de palabras...
No quería dejar pasar la ocasión de brindarle un pequeño homenaje póstumo a Antonio Vega. Para los que crecimos con canciones como "La chica de ayer", "Se dejaba llevar" o "El sitio de mi recreo", su muerte marchita algo en nuestro interior.
Antonio era algo más que un músico: era un genio. Sus letras eran poesía en estado puro, y sus canciones llegaban adentro, sobre todo si las cantaba él con su voz aniñada y dulce.
Ayer, cuando escuché la noticia de que Antonio Vega nos dejaba, no pude evitar acordarme de otro genio: Enrique Urquijo.
Y he llegado a la conclusión de que, si en tu vida eres capaz de sembrar una semilla lo suficientemente fértil como para que te recuerden, uno nunca llega a morir completamente.
Esta canción es especial para mí, y quiero dedicársela a una persona importante en mi vida.
Si me permitís el juego de palabras...
No quería dejar pasar la ocasión de brindarle un pequeño homenaje póstumo a Antonio Vega. Para los que crecimos con canciones como "La chica de ayer", "Se dejaba llevar" o "El sitio de mi recreo", su muerte marchita algo en nuestro interior.
Antonio era algo más que un músico: era un genio. Sus letras eran poesía en estado puro, y sus canciones llegaban adentro, sobre todo si las cantaba él con su voz aniñada y dulce.
Ayer, cuando escuché la noticia de que Antonio Vega nos dejaba, no pude evitar acordarme de otro genio: Enrique Urquijo.
Y he llegado a la conclusión de que, si en tu vida eres capaz de sembrar una semilla lo suficientemente fértil como para que te recuerden, uno nunca llega a morir completamente.
Esta canción es especial para mí, y quiero dedicársela a una persona importante en mi vida.
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